Me encanta mirarte.
Y que mis ojos vean todo lo que guardas,
lo que está dentro de ti
y que pocas veces muestras.
Esa mirada que habla
aunque tú no lo hagas,
y que me dice que eres feliz conmigo.
Esa mirada que muestra amor
aunque quieras esconderlo,
como si fueras una persona
que, de un momento a otro,
se transforma en alguien más bonito
para que no le hieran.
No sabes cuánto me gustaría
que te quedaras así,
bonito como eres,
por dentro y por fuera…
y así, eternamente.
